sábado, 21 de diciembre de 2013

De fiestas

Natividad de Allendale, por Giorgione (Giorgio di Gasparini) 
A partir de hoy y hasta el día de Reyes, esta bitácora estará de asueto. Deseo sinceramente que el Niño Jesús traiga muchas cosas buenas a nuestros seguidores. Nuestros votos por un año 2014 próspero y solidario.

viernes, 20 de diciembre de 2013

Ío, metamorfoseada en vaca, se convierte en Isis

Ío es reconocida por su padre, por Victor Janssen
Hoy tenemos una interesante historia que nos lleva a pasear por el Mediterráneo oriental en una época prehistórica. El mito nos lo narra Apolodoro en su Biblioteca mitológica (Alianza Editorial, Madrid, 2004)
De Argos e Ismene, hija de Asopo, fue hijo Yaso, del que dicen que nació Ío. No obstante, Cástor, el cronista, y la mayoría de los trágicos la citan como hija de Ínaco; y Hesíodo y Acusilao dicen que era hija de Pirén. A ésta, que profesaba el sacerdocio de Hera, Zeus la sedujo, pero cuando Hera lo descubrió tocando a la muchacha la convirtió en vaca blanca y le juró que nunca había tenido relación con ella. Por eso dice Hesíodo que los juramentos prestados por amor no acarrean la cólera de los dioses. Entonces Hera le pidió a Zeus la vaca y dispuso como guardián suyo a Argos Panoptes...
Zeus se había convertido en nube para poseer a la muchacha y la transformó en vaca blanca. Pero en las versiones de Esquilo y de Ovidio, fue la diosa quien operó la metarmorfosis para evitar la unión con Zeus, pero eso no es un impedimento para padre de los dioses que a su vez se transforma en toro. Sigamos con lo que nos cuenta Apolodoro:
El robo de Ío, por Julius Schnorr von Carolsfeld
En esta versión Hermes duerme al siempre vigilante Argos con la suave
música de su caramillo, para luego decapitarlo.
... Argos la ató a un olivo que había en un bosque de Micenas. Entonces Zeus ordenó a Hermes que robase la vaca y, al no poder hacerlo en secreto por haberlo denunciado Hiérax, arrojó una piedra contra Argos y lo mató, por lo que recibió el apelativo de Argifontes. Hera, por su parte, envió un tábano contra la vaca, la cual en primer lugar se dirigió al golfo que a partir de ella recibió el nombre de Jónico, luego caminó a través de Iliria y tras coronar el monte Hemo, atravesó el entonces llamado estrecho Tracio y ahora, por su causa, Bósforo. Luego tras dejar atrás Escitia y el país cimerio, anduvo vagando por muchas tierras y atravesó a nado muchos mares de Europa y Asia, para llegar finalmente a Egipto, donde recobrando su forma original, parió junto al río Nilo un hijo, Épafo. Pero Hera pidió a los Curetes que lo hicieran desaparecer y éstos así lo hicieron...
Es interesante la ruta de la vaca Ío atormentada por el tábano: subió del golfo Jónico al sudoeste de Grecia y, cruzando Albania, llegó a Iliria (la antigua Yugoslavia -Servia, Bosnia y Herzegobina), luego Bulgaria, hasta llegar al Cuerno de Oro (Turquía europea), pasa al nado el Bósforo y llega a Anatolia (Turquía asiática). De allí bordea el Mar Negro hasta llegar a Escitia (Rusia) y el país de los cimerios (Crimea). Así cruzó muchos países del Medio Oriente hasta llegar a Egipto donde da a luz un hijo (de Zeus, por supuesto) y recobra su figura humana. Pero la historia no se queda allí; Ío/Isis viajará luego hasta Biblos (Líbano), pero no nos adelantemos:
Isis, diosa madre de la religión egipcia
...En cuanto Zeus se enteró, exterminó a los Curetes, en tanto que Ío se dedicaba a la búsqueda de su hijo andando errante por toda Siria (pues le habían revelado que la esposa del rey de Biblos criaba a su hijo). Luego de encontrar a Épafo, se dirigió a Egipto y allí contrajo matrimonio con Telégono, que entonces reinaba sobre los egipcios. Erigió una estatua a Démeter, a la que los egipcios llaman Isis, y del mismo modo llamaron a Ío. 
Épafo reinó sobre los egipcios y casó con Menfis, hija de Nilo, y con su nombre fundó la ciudad de Menfis y engendró una hija, Libia, de la que tomó nombre el país de Libia. De Libia y Posidón nacieron Agénor y Belo. Agénor se retiró a Fenicia, allí reinó y fue patriarca de una larga descendencia (...) En cuanto a Belo, permaneció en Egipto donde reinó, se casó con Arquínoe, hija de Nilo, y tuvo a los gemelos Egipto y Dánao, y, según Eurípides, además a Cefeo y Fineo. Luego Belo instaló en Libia a Dánao y en Arabia a Egipto, quien, tras someter el territorio de los melámpodes, lo denominó Egipto a partir de su propio nombre. De numerosas mujeres tuvieron Egipto cincuenta hijos y Dánao cincuenta hijas. Como surgieran posteriormente disputas entre ellos, Dánao, por temora los hijos de Egipto, fue el primero en construir una nave por consejo de Atenea y, luego de embarcar en ella a sus hijas, emprendió la huida. Al tocar tierra en Rodas erigió la estatua de Atenea Lindia.
Después se producirá el matrimonio multitudinario de los cincuenta primos con las cincuenta primas que terminará en tragedia. La hijas de Dánao, instruidas por su padre, asesinaran a sus esposos la noche de bodas, a excepción de Hipermestra que salvó a Linceo, quien había respetado su virginidad. Eso sucedió en Argos, en la península helénica. Apolodoro nos da la lista completa de los cien primos y los nombres de sus madres, pero no  viene al caso.


El orbe terrestre según Heródoto
Longman Atlas of Ancient Geography, New York, London, Bombay (1902)

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Guardianas nazis


En diciembre de 2012, el ABC de Madrid publicó la lista de los 10 mejores libros del año y la transcribimos en esta bitácora (aquí). Entre ellos se mencionaba el título que hoy nos ocupa y me pareció interesante, por lo que me acerqué a la librería de los jesuitas y se lo comenté a Jesús el Librero. Amablemente, la librería encargó varios ejemplares que por fin llegaron a Caracas, uno de ellos para mí. Ya lo tengo en casa como parte del regalo que me doy cada año.

Se trata de Guardianas nazis. El lado femenino del mal (6° edición. Edaf, Madrid, 2012), por la periodista española Mónica G. Álvarez. Estaba tan ilusionado por la compra que le dije a los parroquianos de la librería que ése era el primero que me iba a leer , como en efecto lo hice. Es un buen acopio de datos históricos bien organizados.

Veamos primero lo que nos dice la contraportada:
En esta exhaustiva y rigurosa obra la autora recoge la biografía de un total de diecinueve mujeres que participaron activamente en la maquinaria bélica del nacionalsocialismo y que sucumbieron ante el poder, la sangre y la muerte. ¿Tuvieron otra salida? Sí. No obstante, optaron por tomar las riendas, acatar órdenes y aliñar sus actuaciones con fuertes dosis de vejación, maltrato y sadismo.
Estas "mujeres" no son las únicas que formaron parte del Tercer Reich, y lo apoyaron en cada una de sus iniciativas. Son muchas más, pero su conducta sobresalió por encima del resto.
Gracias a este libro, el recuerdo y la memoria de todas las víctimas harán que posiblemente nada de esto vuelva a repetirse. O quizá sí.
Pues bien, este libro ciertamente nos presenta un amplio panorama sobre la conducta de estas señoras. Se puede decir que he disfrutado muchas horas de sano entretenimiento, ya que me he sentido como si la autora me estuviera contando las historias de las guardianas en la cocina de su casa mientras prepara un cocido. Lo digo porque existe una diferencia entre el lenguaje escrito y el hablado y Mónica usa un español demasiado coloquial que casi deja de ser castellano.

Un ejemplo que me puso los pelos de punta fue el uso de REA como femenino de REO, que sería como decir poeto o nauto... (Jajaja eso lo aprendí en primaria); otra palabrita fue "exsobreviviente". También se presentan oraciones sin verbo y, en otros casos, el uso de la forma pasiva con verbos conjugados en dos tiempos diferentes. Bueno, Miguel de Unamuno murió hace tiempo y ha habido, evidentemente, un descuido en el cultivo de la lengua castellana. Pero que no se me malinterprete, el libro es de grata lectura.


Tan bellas ellas... Le tenía reservada una de estas bellezas arias a un poeta-abogado que conozco de la librería, mas él
no se conforma con una; las desea a todas. Él puede amansar a las fieras más temibles.
.

martes, 17 de diciembre de 2013

Dos poemas de Elías David Curiel

Judith decapitando a Holofernes, por Caravaggio


JUDITH
a Aurora Tinoco

Contra tu ley ¡oh, Dios! el inhumano
ultrajó de Betulia el santo fuero,
y en orgullo empinándose altanero,
granito imaginó su empeño vano.

Por mi diestra armó tu soberano
poder. Tu ira tronó contra el Artero:
templé en el propio corazón mi acero
y por tu amor decapité al Tirano.

¡Salve, Elegido de Israel!¡Victoria!
Siempre que nuble la impiedad la gloria
de la justicia con que el Orbe llenas,

troncha y barre, Señor, tus enemigos,
como la hoz del segador los trigos
y el soplo del desierto las arenas.



Elías David Curiel
Apéndice lírico (1904)



Jepthé encuentra a su hija, por Peeter van Lint


JEPTHÉ


- "Jehováh, si me concedes sobre Ammonitas gloria
de mi casa el primero a quien mire, tu holocausto
será", -dijo Jepthé. De Jacob para Fausto,
le dio fulmínea diestra la fe de la victoria!

Coro virgen saluda del regreso la palma.
Avanza su hija única, la primera en el coro.
Él rasga sus vestidos y prorrumpe en un lloro:
-"Jehováh exaltó mi orgullo, para abatirme el alma"-.

La espantosa verdad las trocó en plañideras.
Por dos meses la virgen va a llorar en las eras
y viñas, ebrias de sol, su virginidad.

Entonces en cada nido piaba un huevo roto.
Jepthé violó su alma; pero cumplió su voto.
¡Y llenó su conciencia la Divina Piedad!



Elías David Curiel
Apéndice lírico


Elías David Curiel

lunes, 16 de diciembre de 2013

Dulce de cabello de ángel

Dulce de cabello de ángel con una porción de manjar blanco

Uno de los postres que engalanan la mesa tradicional navideña en Venezuela es el Dulce de cabello de ángel que se prepara con zapallo o cabello de ángel (Curcubita ficifolia), cucurbitácea que se cosecha precisamente entre noviembre y diciembre. El jueves pasé por la frutería de Fátima y Manuel, cerca de casa, y tenían varios ejemplares de esta calabaza que se veían muy bien. Compré uno que pesaba unos 5 kg., lo corté en dos y regalé a mi sobrino Daniel una mitad. No puedo consumir solo tanto dulce (no soy dulcero).

Aunque parece intimidante, es muy fácil de preparar. Me puse a revisar varias recetas y decidí probar una en que se aromatiza con ralladura de limón y canela; la de Scannone lleva piña rallada que también le queda muy bien. La que seleccioné aparece en A degustar con Yiya, recetario de oriunda cocina andina (El Perro y la Rana, Caracas, 2007), de María Auxiliadora Morales. Me recordó un cabello de ángel que hizo mi hermana Chencha, hace tres años, al que agregó ralladura de limón francés.


DULCE DE CABELLO DE ÁNGEL

Ingredientes:

  • 2 kg. de zapallo
  • La misma cantidad de azúcar equivalente al peso de la pulpa ya sancochada y desmenuzada
  • 1 astilla de canela
  • 3 limones verdes.


Preparación:

  1. Se corta el zapallo en trozos grandes. Se pone a hervir hasta que ablande (según Armando Scannone unos 40 minutos). Se saca del agua y se deja enfriar. Se desprende la pulpa de la concha, se le echa agua fría, se sacan las semillas y se desmenuza.
  2. Se coloca la pulpa desmenuzada en un lienzo o pedazo de tela, se exprime bien para sacarle toda el agua. Se pesa, se calcula la cantidad de azúcar de acuerdo al peso.
  3. Se lleva la pulpa desmenuzada al fuego, se agrega el azúcar, la ralladura de 3 limones, el jugo de un limón y la raja de canela. Se deja cocinar por 40 minutos, siempre observándolo para que no se pegue.

NOTA: si se desea un almíbar más líquido se puede reducir el tiempo de cocción. Quedé satisfecho con el resultado de esta receta.

Sección de zapallo o cabello de ángel antes de la primera cocción. Se necesita una olla grande para hervir los trozos.
Foto de Daniel Quintero

domingo, 15 de diciembre de 2013

El descubrimiento de El Dorado por Guatarral




A poco de comenzar a leer The Loss of El Dorado (aquí), noté que Naipaul hacía referencias y citaba textualmente del libro de Sir Walter Raleigh, The Discoverie of the Large, Rich and Bewtiful Empire of Guiana. De inmediato recordé una edición venezolana de esta interesante obra que vi hace años en un puesto de libros usados y que en su momento no pude adquirir. No me di tiempo a las lamentaciones. En Caracas hay un establecimiento que recuerda la biblioteca de Alejandría, así me parece por el dédalo de estanterías repletas de libros comunes. Así que aproveché que visitaba a mi tía en Sabana Grande y me dirigí a LA GRAN PULPERÍA DEL LIBRO VENEZOLANO y, sin muchas esperanzas o ilusiones, pregunté a la señora que atendía si por casualidad tendría algún ejemplar del Descubrimiento del grande, rico y bello imperio... "El de Guatarral", le dije. Si respuesta fue afirmativa y de inmediato lo compré, sin cejar.

Sir Walter Ralaigh, alias Guatarral
En efecto, era la misma edición que había visto en la calle hace casi 20 años. El descubrimiento del grande, rico y bello imperio de Guayana (Ediciones Juvenal Herrera, Caracas, 1986), no es cualquier texto. La edición fue promovida por la línea aérea AVENSA que "contiene la traducción del eminente médico Antonio Requena sobre las memorias y descripciones de ese fabuloso personaje del siglo XVII, Sir Walter Raleigh, que fue testigo y explorador del Orinoco, con toda la grandeza y la tragedia que él mismo le acarreó".

Más interesante aún, la traducción de Requena es la primera en lengua castellana y data de los años 40 y tiene su historia:
El libro de Sir Walter Raleigh es bello como pieza literaria; instructivo y útil por la aguda observación, por la minuciosidad con que describe paisajes, rutas, árboles, flores, frutos, costumbres y usos de los aborígenes.
Por todo esto, cuando Luis Beltrán Prieto, para entonces preocupado timonel de la "Editorial del Maestro", nos propuso su versión al castellano, sin dilación alguna nos dimos a trabajar en ella seguros de cumplir labor de auténtica necesidad e interés, pero causas ajenas a nuestra voluntad impidieron que se publicara el libro en la forma planeada.
Esta edición es en verdad una joya de las artes gráficas. Está bellamente ilustrada con grabados y mapas de la época que enriquecen aún más el texto de Guatarral, que no carece de calidad literaria. Los editores agregaron también diversos capítulos que aclaran aún más sobre el autor y su época, además de una semblanza sobre su traductor, Antonio Requena.

Satisfecho con la compra, el ejemplar entrará a la sección de cronistas y viajeros de Indias. ¿Por qué no agradecer también a Antonio Requena y a Luis Beltrán Prieto? Sin su iniciativa tal vez no hubiera podido disfrutar de esta joya.


Isabel I de Inglaterra, o Ezrabeta Cassipuna Aquerewanna, para los caribes de Paria
Comenzamos entonces a prepararnos rápidamente para nuestra empresa, pero antes convoqué y reuní a los Capitanes Indios que eran enemigos de los españoles porque Berrío había traído de otros lugares Jefes que comían, gastaban y holgaban las pertenencias de los nativos de la Isla y por medio del intérprete indio que traje de Inglaterra les hice saber que yo era servidor de una Reina Virgen que era Gran Cacique del Norte y que tenía bajo su mando más Caciques que árboles había en la Isla; que era enemiga de los Castellanos por su tiranía y opresión; que libertaba cuanta nación fuera oprimida por ellos y que habiendo liberado toda la Costa Norte del Mundo de su esclavitud, me había enviado a libertarlos a ellos también y a defender el País de Guiana de la invasión y conquista española. Diciéndoles ésto, les enseñé el retrato de Su Majestad, que admiraron y honraron de tal manera, que ha sido fácil, desde entonces hacerlos idólatras de Ella.
Parecido y aún mayor discurso dije a las otras naciones por las que pasé en Guiana y en la Costa, de tal manera que en esa parte del mundo, Su Majestad es muy famosa y admirada y la llaman ahora Ezrabeta Cassipuna Aquerewanna que quiere decir, Elizabeth, la Gran Princesa o la Gran Capitana.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Hallaca de pescado



El amigo Humberto Quintero Bravo, compartió desde Florida una receta de hallaca de pescado que vio en la revista Estampas. Se titula HALLACA NEGRA y se puede leer por aquí. Lleva bacalao y la masa tiene un color oscuro, casi negro, que le imparte la tinta de calamar con la que se amasa. Le dije a Humberto que yo  tenía una receta que lleva hasta medallones de langosta. Mostró su interés y prometí compartirla con él.

El autor de la receta es el historiador Germán Carrera Damas y aparece publicada en su libro  Elogio de la gula -Glosas sobre apetitos y satisfacciones- (Grupo Editorial Norma, Caracas, 2005). Veamos qué nos dice don Germán:
Hallaca de pescado
Conviene advertir que no se trata de la elaboración de la hallaca en la cual la carne es sustituída por el pescado, sino de una hallaca concebida, diseñada y realizada en función del pescado, y de los mariscos y crustáceos que lo acompañan.
Pargo rojo
Ingredientes, para 24 hallacas: un pargo de unos 3 kg., muy fresco, como deben estarlo todos los demás ingredientes marinos. Se sacan los dos filetes y se reservan la cabeza, las aletas, el espinazo y la piel, escamada. 1 kg. de calamares pequeños o chipirones; 1 kg. de langostinos de mediano tamaño; cebolla; echalotes; céleri o apio España; aceite de oliva virgen, mantequilla, masa de maíz blanco pilado. Adornos: ruedas de cebolla; aceitunas, ligeramente desaladas; pimentón, sin piel, cortado en tiras de medio centímetro de ancho; ají dulce en rueditas, encurtido en mostaza; almendras peladas; alcaparras pequeñitas. Componentes: Los tres requieren una elaboración cuidadosa, velando siempre por la calidad de los ingredientes:
Caldo de pescado:
Ingredientes: Se hace con la cabeza. el espinazo, las aletas y la piel del pargo del cual se sacaron los filetes; 2 litros de agua fría; una cebolla grande, o dos medianas, hendidas parcialmente; verde de cebollín; hojas de céleri o apio España; una ramita de cilantro; una ramita de perejil; 4 ajiés dulces, de preferencia verdes; 4 dientes de ajo muy fresco; una hoja de laurel; sal. Procedimiento: Se deja hervir todo junto, a fuego lento, hasta que se reduzca a un volumen equivalente a un litro  (unas dos horas). e deja enfriar y se cuela. Se añade la carne sacada de la cabeza del pescado y del espinazo. Se coloca en la nevera para desgrasarlo. Forma una gelatina.
La masa:
Molino para maíz
Ingredientes: 1.5 kg de maíz blanco pilado; aceite de oliva virgen; mantequilla y 6 yemas. Procedimiento: Una vez cocido el maíz, de manera que los granos queden algo duros en el centro, se les muele una primera vez. A medida que se va pasando la masa por segunda vez, se añaden el aceite de oliva virgen, la mantequilla y las yemas. Se aprecia la textura de la masa, que no debe presentar gránulos, por pequeños que sean, y si es necesario se le pasa por tercera vez. Se procede a amasar vigorosamente, añadiendo agua con sal, y si es necesario, aceite de oliva y mantequilla. No debe añadirse caldo de pescado porque malograría el contraste de sabores que debe regir la hallaca. La masa debe quedar muy tenue pero firme.
El guiso:
Procedimiento: En una cacerola con aceite de oliva y un poco de aceite de maíz se sofríen ligeramente, sin dejar que tomen color, la cebolla y las echalotes, finamente picadas. Se añade un poco de céleri o apio España, cortado en laminillas muy delgadas y pasadas por agua hirviendo para rebajarles el sabor. Se sofríe todo levemente, sin dejarlo dorar. Se suma un vaso grande de buen vino blanco seco, se deja reducir todo a la mitad y se añaden dos tazas de caldo de pescado. Se agregan los calamares cortados en ruedas, de un dedo de ancho, y se dejan blanquear un poco. Se añaden los camarones pelados y se dejan colorear levemente. Se añaden los filetes de pargo cortados en trozos de dos a tres centímetros por lado, y preparados de la siguiente manera:
En una bolsa de plástico se pone harina de trigo, sal, pimienta blanca recién molida, se cierra la bolsa y se agita para que se mezclen bien lo sabores; se colocan los trocitos de pescado, se cierra la bolsa cuidando de que quede aire dentro, y se agita para que los trozos de pescado se enharinen uniformemente; luego se fríen en aceite, por todos lados, sin romperlos y se ponen a escurrir sobre papel absorbente. Una vez añadidos los trozos de pescado al guiso, se revuelven cuidadosamente para no romperlos. Se añaden los langostinos pelados y se dejan cocinar hasta que estén ligeramente rosados. Se añaden los calamares en ruedas, cuatro a seis guindillas españolas y un poco de pimienta blanca recién molida, y se deja a fuego suave durante unos minutos. Se apaga, se tapa la cacerola y una vez frío el guiso se guarda en la nevera por unas horas para desgrasarlo. El guiso debe quedar jugoso, pero no aguado. Variante: en una ocasión añadí vieiras y no incorporé al guiso los trocitos de pescado (mero, esta vez), sino que los utilicé como "presas". También adorné con un delgado medallón de langosta, ya cocida.
Elaboración:
Se tiende la masa, muy delgada, sobre hojas de plátano untadas con aceite de oliva. Se pone el guiso y se añaden los adornos. Se cierran las hallacas y se atan muy bien. Se cocinan en agua salada hirviendo, durante 30 minutos. Se dejan enfriar y se guardan en la nevera, donde pueden durar hasta cinco días.
Y agrega el Dr. Carrera Damas:
El resultado es una hallaca de sabor muy suave y delicado. En ello confluyen varios factores: la calidad de la masa, determinada por el molido y el amasado; el gusto del guiso, que debe quedar suave, pero creciente, y en el cual debe serb posible identificar los componentes; y la presentación del conjunto, determinada por la colocación de los ingredientes y por el amarrado (si muy estrecho, se compactará la hallaca; si muy flojo, permitirá que la hallaca se reblandezca). Cabe recordar que el consejo de no añadir caldo de pescado en el amasado tiene el propósito de marcar un "contraste armónico" entre el sabor de la masa, que sugiere el aceite de oliva, y el gusto del guiso.
Esta es la receta más interesante que he visto de hallaca de pescado. Cuando les comenté a Jesús el Librero y a su esposa Penélope sobre esta preparación, se horrorizaron ante la perspectiva de una intoxicación con bichos de mar. Creo que si se siguen al pie de la letra las instrucciones de don Germán, especialmente en lo que respecta a la frescura y calidad de los pescados y los otros ingredientes marinos, tendremos unas hallacas sanas y exquisitas. Las cosas buenas dan trabajo, sin duda. A ver quién me invita.


Germán Carrera Damas

viernes, 13 de diciembre de 2013

La pérdida de El Dorado

Sir Thomas Picton, por Martin Archer Shee
(1758-1815)
Buscando una ilustración para esta bitácora me encontré con el retrato de Sir Thomas Picton que encabeza este artículo. El cuadro en cuestión está colocado en un tribunal en Carthmarten,  Gales, Reino Unido, y ha habido un movimiento dirigido a retirarlo por su actuación como primer gobernador británico de Trinidad, donde se distinguió por el abuso de poder, torturas, mutilaciones, maltratos, expulsiones y exacciones en lo que él dio en llamar Spanish Law, que no tenía nada que ver con las Leyes de Indias sino con la crueldad, estupidez y deshonestidad de los terratenientes esclavistas franceses introducidos en la isla por los españoles poco antes de 1797.

Tortura de Luisa Calderón
Picton fue juzgado en Londres por numerosos cargos que no se pudieron sostener, a excepción de uno, por falta de pruebas. El único que se mantuvo fue el de la tortura a Luisa Calderón, una muchacha de 14 años, mas al final resultó en el sobreseimiento de la causa por cuando muchas de las pruebas estaban falseadas y el desconocimiento de la legislación española en las cortes británicas. Así, Sir Thomas quedó impune y pudo participar en las guerras napoleónicas, destacándose en la toma de Badajoz (1811-1812), ciudad a la que luego de liberar sometió al saqueo, y en la batalla de Waterloo, donde murió de un balazo en la cabeza.

Tendría yo 27 años cuando era Tercer Secretario en la Embajada de Venezuela en Guayana y un amigo me recomendó un libro que me podría interesar pues trataba de un capítulo, o varios, de la historia de Venezuela con una visión diferente. Anoté el nombre y el autor y, sin muchas esperanzas, me dispuse a buscarlo en las muy desprovistas librerías del Georgetown socialista-cooperativista-burnhamista. Para mi sorpresa, al primer intento lo encontré entre los pocos libros que vendía Guyana Stores, escondido entre propaganda socialista y libros acríticos. Se trataba de The Loss of El Dorado, a History (Penguin Books, Londres, 1978), del escritor británico de origen trinitobaguense V. S. Naipaul (Premio Nobel de Literatura 2001). El precio del ejemplar era G$ 10,00, lo compré, lo guardé y no lo leí hasta hoy. Su título en castellano es La pérdida de El Dorado y, luego de leerlo con gusto, lo recomiendo ampliamente.

La contraportada no es muy explícita y podría tener una redacción más adecuada al contenido del libro:

V. S. Naipaul se ocupa de la isla en la cual creció, Trinidad, "la colilla del mundo", que ha seducido por igual al conquistador español y a Sir Walter Raleigh. Para ellos era la puerta de entra al El Dorado. ...una tierra donde el oro era más común que la tela... Estas grandiosas ilusiones produjeron sólo una realidad sórdida - un fragmento improductivo y difícil de manejar del imperio español donde los indios fueron invariablemente exterminados y remplazados por negros africanos... El grueso del libro de Naipaul  trata de Trinidad después de 1797, cuando los británicos la ocuparon para usarla como puente para la revolución en América del Sur, que les abriría amplias oportunidades para el comercio - otra fantasía de la avaricia... Esta terrible crueldad y sus complejas consecuencias para el esclavista y el esclavo, para el reaccionario y el radical, para el revolucionario y el renegado, es el corazón del libro de Naipaul.
El libro también tiene otra lectura y es la que el amigo guyanés quiso mostrar. Es la historia compartida por Trinidad y Venezuela en un período revolucionario, la actuación de los diversos agentes y la frustración británica de no poder convertir a la isla en el puerto de entrada para el libre comercio entre el Reino Unido y las naciones suramericanas que se independizarían de España. En un principio Picton, a quien el Almirante Abercromby designó como gobernador de la isla recién capturada, comprendió el valor estratégico y la misión asignada, mas poco a poco cambia de actitud y comienzan a surgir los problemas.

Sir Ralph J. Woodford, por M Houghton
Surgen en las páginas importantes personajes de la independencia de Venezuela y su interacción con las autoridades británicas en Trinidad, como son los personajes más destacados Francisco de Miranda y sus agentes (Caro, Vargas y otros), Santiago Mariño, José María España y Manuel Gual, en principio bien acogidos por Picton, Gual mas terminó envenenado en San José de Oruña (según las fuentes consultadas por Naipaul, con la anuencia o complicidad del inefable gobernador británico). En la búsqueda de la aplicación de la legislación española en Trinidad y ante la falta de abogados capacitados, la Corona británica trata de establecer una Audiencia que fracasa hasta el restablecimiento de las relaciones con España. Es entonces cuando surgen los nombres de otros tres venezolanos de figuración: Pedro Gual, Miguel Peña y Andrés Level de Goda, enviados desde Caracas por la Capitanía General a Solicitud de las autoridades de la isla. Ya hemos pasado entonces el gobierno interino de Sir Thomas Hyslop y la designación de Sir Ralph James Woodford, quien al final, con decisión, supo cumplir con su deber. A partir de entonces las cosas cambiarían; Venezuela estaría en una feroz guerra de independencia y los intereses británicos se desplazan hacia África y el Oriente.

Cuando llegué a trabajar como Tercer Secretario en Trinidad, viví por unos meses en un apartamento 10 Coblentz Av, St. Ann's, zona que fuera a finales del período español una plantación donde se producían casos de envenenamiento de esclavos (una pérdida para los amos) y luego me mudé a Picton St., Newtown. Cuando leí la relación que hace el viajero francés Jean Joseph Dauxion Lavaysse (Voyage aux iles de Trinidad, de Tabago, de la Marguerite, et dans diverses parties de Vénézuéla, dans l'Amerique Méridionale) supe quién era el héroe epónimo de la calle Picton y las arbitrariedades que cometía.

Naipaul utilizó para su libro  diversas fuentes venezolanas, británicas y españolas que agregan veracidad a una prosa fluida y agradable. No recuerdo el nombre del amigo guyanés que me lo recomendó, pero le estoy agradecido.

Mapa de Trinidad en 1802

jueves, 12 de diciembre de 2013

El legado de don Armando



El buen amigo Ender Araujo, persona culta y gran gourmet, se acercó a mi casa para prestarme, para que lo leyera y se lo comentara, un libro que había recibido como regalo navideño. Me honra doblemente Ender por cuanto es un regalo de Navidad y uno de esos libros de los que provoca apropiarse por lo bien presentado y escrito. Se trata de El legado de Don Armando (Banco Exterior-Fundación Seguros Caracas, Caracas, 2013) por la periodista Rosanna Di Turi. Le prometí leerlo ese mismo día y devolvérselo cuando nos reunamos alrededor de una mesa antes de Navidad.

La contraportada nos explica de qué se trata:
Este libro retrata la vida excepcional de Armando Scannone, autor de los recetarios más célebres de la cocina criolla, cuenta cómo se elaboran varios platos emblemáticos desde las exigencias de su cocina, muestra un legado siempre vigente y deja en evidencia cómo la cocina venezolana es cosmopolita, compleja, rica y voluptuosa según él mismo explica. Un orgullo compartido que une a este gentilicio, lo representa con gusto y merece servirse a la mesa con excelencia.
En efecto, el libro trata de Armando Scannone, hoy nonagenario, y de sus libros de cocina ("el rojo" está cumpliendo 30 años y sigue siendo un best seller), escritos en base a su memoria gastronómica y al esfuerzo por reproducir los sabores de la infancia. Pero no es sólo eso, sino que don Armando es exigente y busca la excelencia; no es cocinar por cocinar y salir del paso, sino para recrear esos platos emblemáticos que son esencia de nuestra cultura nacional. Scannone y Di Turi nos presentan varios de esos platos: las arepas, el mondongo, el pastel de polvorosa, el asado negro, el pabellón, la polenta y la torta de coco con sus secretos particulares. Además tiene un capítulo dedicado a los otros libros y el cómo y por qué fueron escritos.

Desde el punto de vista tipográfico, El legado de don Armando es casi una obra de arte. La diagramación es impecable, y las fotografías excelentes. Ender debe sentirse feliz de poseer un libro como éste.



miércoles, 11 de diciembre de 2013

Uchuva o Cape gooseberry

Un plato con uchuvas (Physalis peruviana)
La uchuva es una baya originaria de los Andes de Colombia, Ecuador y Perú que tiene un gusto único, entre ácido y dulce. Es una solanácea y por tanto pariente de la papa, el tabaco, el tomate y el pimentón. La probé por primera vez en Namibia donde se conseguían importadas de Sudáfica, concretamente del Cabo de Buena Esperanza, donde fueron introducidas a finales del siglo XVIII o principios del XIX, de donde surge el nombre de Cape gooseberry dado por los australianos. En Venezuela se la conoce por su denominación colombiana (uchuva) y en Perú como "aguaymanto". En otros países de América Latina porta otros nombres: motojobobo (Bolivia), bolsa de amor (Chile), uvilla (Ecuador), cereza del Perú (México).

Es una fruta muy sana, con michas propiedades medicinales y es fuente de vitaminas A, B y C. Se la consume fresca o como cualquier otra baya en la elaboración de postres y mermeladas. Aquí una receta, que traduzco de un portal en inglés:

MERMELADA DE UCHUVA Y PARCHITA

Ingredientes:

  • 500 gr. de uchuva
  • 2 tazas de azúcar moscabado
  • 4 parchitas - maracujá (la pulpa)
  • 1/2 taza de agua
  • 1 cucharada de jerez


Preparación: 

  1. Se preparan las uchuvas eliminándole las brácteas y lavando las bayas ligeramente.
  2. Se cocina la fruta con el agua a fuego suave por 40 minutos.
  3. Se agrega el azúcar y el jerez y se hierve hasta que tome la consistencia deseada
  4. Se vierte en frascos esterilizados y se sella.


NOTA: Se mantiene en buen estado hasta por 12 meses. Una vez abierto, refrigérese.

martes, 10 de diciembre de 2013

La renuncia


LA RENUNCIA


He renunciado a ti. No era posible.
Fueron vapores de la fantasía;
son ficciones que a veces dan a lo inaccesible
una proximidad de lejanía.

Yo me quedé mirando cómo el río se iba
poniendo encinta de la estrella...
hundí mis manos locas hacia ella
y supe que la estrella estaba arriba...

He renunciado a ti serenamente, 
como renuncia a Dios el delincuente;
he renunciado a ti como el mendigo
que no se deja ver del viejo amigo;
como el que ve partir grandes navíos
con rumbo hacia imposibles y ansiados continentes;
como el perro que apaga sus amorosos bríos
cuando hay un perro grande que le enseña los dientes;
como el marino que renuncia al puerto,
y el buque errante que renuncia al faro,
y como el ciego junto al libro abierto,
y el niño pobre ante el juguete caro.

He renunciado a ti, como renuncia
el loco a la palabra que su boca pronuncia;
como esos granujillas otoñales,
con los ojos estáticos y las manos vacías,
que empañan su renuncia soplando en los cristales
de los escaparates de las confiterías...

He renunciado a ti, y a cada instante
renunciamos un poco de lo que antes quisimos,
y al final, ¡cuántas veces el anhelo menguante
pide un pedazo de lo que antes fuimos!

Yo voy hacia mi propio nivel. Ya estoy tranquilo.
Cuando renuncie a todo, seré mi propio dueño;
desbaratando encajes, regresaré hasta el hilo.
La renuncia es el viaje de regreso del sueño...


Andrés Eloy Blanco
Poda (1934)


Andrés Eloy Blanco
(1896-1955)
Ayer conversaba con Jesús el Librero sobre el costo de vida, la inflación y los precios de los bienes y servicios, en un ambiente en que no se avizoran aumentos salariales ni mejoras en la condiciones de vida. La depreciación del trabajo campea y la gente debe tomar decisiones las más de las veces desagradables y dolorosas. Me comentaba que muchos lectores habían comenzado a restringir sus compras de libros, pero seguían haciendo el esfuerzo. Sin embargo, hay un sector importante de lectores, los más jóvenes, que sencillamente ya no pueden leer lo que desean y sufren cuando entran a una librería y ven los precios. Coincidí con Jesús en este respecto, y acoté que el caso de los jóvenes es el más lamentable; que al menos la gente de mi generación tuvo acceso a la cultura a precios asequibles. Recordé en ese momento el poema de Andrés Eloy Blanco que acabamos de leer y que le prometí transcribir con un breve comentario.

He renunciado a varias cosas, "como el niño pobre ante el juguete caro", para poder leer lo que deseo. He aprendido a escoger entre un libro y dos o tres copas de vino y he reducido mis visitas a los restaurantes (yo cocino mejor). Como no soy materialista ni consumista no me interesan los últimos perolitos tecnológicos, ni los trapos; por allí encuentro la manera de hacerme de algunos buenos libros y doy gracias a Dios que en casa tengo una buena reserva -como las reservas monetarias de un Estado serio- para asegurarme la lectura en el momento de las vacas flacas.

Dedico este artículo a los libreros que ven en peligro la existencia de las librerías y a aquellos lectores que ven mermadas sus posibilidades de leer.

La renuncia es el viaje de regreso del sueño...




domingo, 8 de diciembre de 2013

El caballo de Troya

El incendio de Troya, por Francisco Collantes (1634)
Museo del Prado
Como los dánaos no habían sido capaces de conquistar Troya a lo largo de diez años, por consejo de Minerva, Epeo hizo un caballo de madera de dimensiones extraordinarias. Dentro de él se concentraron Menelao, Ulises, Diomedes, Tesandro, Esténelo, Acamante, Toante, Macaón y Neoptólemo; escribieron en el caballo "Regalo de los dánaos para Minerva"; y trasladaron el campamento a Ténedos.
Cuando los troyanos lo vieron, pensaron que sus enemigos se habían ido, Príamo ordenó llevar el caballo hasta la ciudadela de Minerva y proclamó que celebrarían una fiesta. Aunque Casandra iba gritando que los enemigos se hallaban dentro del caballo, no le creyeron.
Entonces lo colocaron en la ciudadela y de noche se quedaron profundamente dormidos, agotados por la diversión y el vino. Sinón abrió los cierres del caballo, los aqueos salieron, mataron a los centinelas de las puertas, y, al dar la señal, hicieron volver a sus compañeros y se adueñaron de Troya.
Higinio, en su libro Fábulas mitológicas (Alianza Editorial, Madrid, 2009) dice que la idea del caballo fue de Epeo, aconsejado por Minerva/Atenea, mas Apolodoro indica que la idea fue de Ulises/Odiseo, mientras Dictis lo atribuye a Héleno. El creador de esta máquina de guerra no es tan importante como el resultado de la misma. La noche de horrores que vivieron los troyanos, la destrucción de su patria, su cultura y su ciudad. Nada impidió que las viejas profecías se cumplieran; ni el abandono del infante Paris/Alejandro, ni los lamentos de la pobre Casandra, condenada a decir la verdad y que nadie le creyera. Los dioses confunden a quienes quieren perder.

Esta semana escucharemos a Casandra vaticinar la próxima destrucción de Troya y presenciaremos el suicidio de las troyanas en el templo de Cibeles. Jessye Norman interpreta a Cassandre en la ópera de Hector Berlioz Les Troyens. Orquesta y Coro del Metropolitan Opera de Nueva York, dirigida por James Levine.


jueves, 5 de diciembre de 2013

Dos pipas Luigi Viprati

Pipa curva Luigi Viprati (Corteccia)
Luigi Viprati viene haciendo pipas de buena calidad desde 1972 y es uno de los mejores maestros artesanales de la pipa a nivel mundial. Su fama se debe no sólo a su experticia en el diseño, sino a la calidad de de la raíz de brezo que utiliza. Son pipas que, además de bellas dan una buena fumada.

Mi primera Viprati la compré en un estanco que queda al lado de la Birrería Peroni, Piazza dei Santi Apostoli, Roma, muy cerca de la Pontificia Universidad Gregoriana. Una tarde se me ocurrió acercarme al negocio y vi, entre muchas pipas una que me llamó la atención. Su acabado recordaba al Corallo di mare. Pregunté el precio y, luego de examinarla y sopesarla, me pareció que sería una buena adquisición para la colección de pipas. Se trata de la pipa curva que vemos en la foto de arriba. Al llegar a casa comencé a rodarla con tabacos tipo Balkan. A las pocas fumadas la pipa, que era de un color natural, muy pálido, comienza a tomar tonos interesantes. A partir de ese momento  se convirtió en una de mis favoritas y me ha dado buenas y largas fumadas nocturnas.

Logo de Luigi Viprati
Recuerdo que la segunda pipa de Luigi Vipratri que adquirí fue un sábado en un negocio que queda, si mal no recuerdo, por la Via Ottaviano, a pocas cuadras del Vaticano. Al verla en la vidriera con su forma rústica, pero a la vez elegante, quedé prendado. Aunque no soy amigo de las pipas pequeñas, esta tenía su encanto, realzado por la embocadura de cuerno de ciervo donde va inserta la boquilla. La prefiero para fumadas matutinas, que son más breves, con una picadura más bien ligera como Early Morning Pipe, por Dunhill.

Las pipas Viprati tienen, además, una buena relación calidad-precio. Lamento no haber comprado alguna más, pues estas dos me han dado muchas satisfacciones, en especial la primera. Para visitar el sitio web de Luigi Viprati, ingresar por aquí.


Pipa de forma libre Luigi Viprati. Su formato pequeño permite buenas fumadas breves

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Polenta criolla

Polenta criolla con una ensalada fresca

A pesar de su nombre italiano, la polenta criolla es quizá uno de los platos más antiguos de la gastronomía venezolana. Aunque se prepara en todo el país, la más afamada es la que se prepara en Montalbán, estado Carabobo. En un viejísimo  inventario de platos criollos mimeografiado por el Instituto Nacional de Nutrición, cuando aún pertenecía al Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, se describe:
Plato cuya tradición arranca desde la Colonia, durante la cual gozó de fama y aprecio en gentes aristócratas. Por sus ingredientes tiene cierto parentesco con las empanadas y las hallacas; y aunque se prepara en casi todo el país son famosas del Estado Carabobo. Se dispone la masa de maíz mezclándola con dos o tres huevos crudos y sal; aparte se prepara un guiso de pollo o gallina, o carne de cerdo fresca, adornada con rodajas de huevo cocido, alcaparras, aceitunas, pasas, ají picado en poca cantidad al igual que un poquitín de vino dulce. Sobre una sartén con aceite o manteca (también sirve un caldero) se extiende una capa de masa, encima de la cual se echa el guiso condimentado; encima se echa la segunda capa envolvente que se acopla por los bordes a la anterior para cerrar el receptáculo donde va el guiso; se pone todo el conjunto al fogón o al horno hasta que esté bien cocida la preparación y luego se retira y se sirve. En algunas cocinas se ha modificado la preparación anterior (por ejemplo, agregando harinas de trigo o plátano a la masa), pero esto más bien ha contribuido al decaimiento de la popularidad de este plato.
Me parece que si se hace en un caldero sobre un fogón, deberá taparse y colocarse carbones encendidos sobre la tapa. Esta descripción intimida a cualquiera y también contribuye al "decaimiento" de su popularidad. Por ello daré la receta que nos facilita Rubén Osorio Canales en su recetario Memorias del fogón (Alfadil, Caracas, 2005 ) que es fácil de hacer, sabrosa y suave.
POLENTA DE VIOLETA MOLINA
Violeta comienza por preparar un guiso con un pollo sancochado, deshuesado y desmechado, unido a un gran sofrito con tres cebollas medianas picaditas, tres pimentones picaditos, cuatro tomates, dos ajíes dulces, un ajoporro, todo picadito; sal, pimienta, una cucharada de salsa inglesa, una cucharada de vinagre y un punto de onoto. Lo revuelve bien y lo termina de cocinar con una taza de vino blanco seco. Cinco minutos antes de retirarlo del fuego, añade una cajita de pasas sin semillas, diez aceitunas verdes sin hueso, y una cucharada de alcaparras.
Mientras el guiso se hace, monta la polenta con dos tazas de harina (de maíz precocida), cuatro tazas de leche, seis cucharadas de mantequilla derretida, un poco de azúcar y otro de sal, mezcla muy bien todos los ingredientes y luego lleva esa preparación a una licuadora.
Para finalizar, precalienta el horno a 400°F, unta con mantequilla una bandeja para hornear, espolvorea con harina de maíz y vierte la mitad de la pasta preparada, encima de ella coloca el guiso de pollo que cubre con el resto de la pasta. Lleva al horno la bandeja y la hornea durante una hora.

NOTA:
Recomiendo, si se hace por primera vez, seguir las instrucciones al pie de la letra y no suceda lo que a mi:

  • La masa no era lo suficientemente espesa pues le agregué dos huevos crudos sin reducir la cantidad de leche;
  • El guiso, que era carne de cerdo, estaba frío de la nevera lo que alarga el tiempo de cocción. Debido a la consistencia de la masa, se hundió un poco y la capa superior quedó más gruesa. La próxima vez lo tomaré en cuenta.





lunes, 2 de diciembre de 2013

La cruz del Ávila


Llegó diciembre. Es el momento de prepararse para las fiestas de Navidad y Año Nuevo, y también guarecerse, al menos en Caracas, del frío que baja con "Pacheco" desde Galipán. Es el mes de las de las fiestas en las que "unos van alegres y otros van llorando" y de las tradiciones. Uno de éstas es el encendido de la cruz del Ávila el 1° de diciembre de cada año (desde 1963) y permanece encendida todas las noches hasta el 6 de enero, día de Reyes. Está en su cincuentenario.
Hace casi un año la amiga Mayra Xquenda, seguidora de esta bitácora, me preguntó desde México sobre la foto que encabeza este artículo. En su momento, le dije simplemente que era una cruz que se encendía en el Ávila todos los diciembre y que luego pondría un artículo por aquí. Hoy le cumplo.
Por iniciativa de la Electricidad de Caracas, el 1° de diciembre de 1963, se encendió por vez primera una cruz luminosa en la cumbre del Ávila, utilizando como base la fachada sur del Hotel Humboldt, corriendo las cortinas de treinta habitacione y mientras se mantenían abiertas las demás. La idea fue del ingeniero Ottomar Pfersdorff, ingeniero estadounidense radicado en Venezurla desde 1948 y empleado de la compañía. El costo de la electricidad fue tan alto, que a partir de 1966 se mudó a la antena de Venezolana de Televisión en el sector de Los Mecedores, a 1760 metros sobre el nivel del mar, con un ahorro considerable de energía.
Posteriormente, en 1982, se construye una estructura ad hoc (la actual) a 1530 msnm; esta vez cerca del hotel Humboldt. Su creador, Ottomar Pferdorff, murió el 1° de diciembre de 1998.
Recuerdo que para las celebraciones del cuatricentenario de Caracas, en julio de 1967, se encendió en Los Mecedores del Ávila un escudo de Caracas, siguiendo un diseño del período colonial.
Imagen tomada de www.mppee.gob.ve
Para entrar en calor, dejo aquí Cantares de Navidad por la Billo´s Caracas Boys.